La iniciativa consiste en el uso de tubérculos, hojas, cortezas y raíces para la realización de tés e infusiones que han sido transmitidas de generación en generación. Los principales productos que se utilizarán en el desarrollo del proyecto serán la cúrcuma y el jengibre, pues gracias a su antigüedad y al tratarse de productos originarios de la región, los habitantes han descubierto sus propiedades curativas aplicadas a diversas enfermedades, tales como el COVID-19 y enfermedades respiratorias. Es importante señalar que dichos productos son cultivados por los mismos integrantes de la iniciativa y otros miembros de la comunidad, por esta razón están interesados en generar buenas prácticas agroecológicas en sistemas agroindustriales y en proponer el uso de buenas prácticas de secado y almacenado de estos y otros productos. Igualmente, los representantes de la iniciativa buscan transmitir todo este patrimonio cultural a las generaciones más jóvenes y de esta manera, contribuir a la preservación del mismo.
La iniciativa se sitúa en el municipio de Atzalan, Veracruz; su nombre proviene del náhuatl y significa entre aguas, el cual hace alusión a los arroyos que rodean la cabecera del municipio. En esta comunidad se puede encontrar una gran diversidad de flora, la cual permite ser el sustento de las personas que viven allí; los productos son utilizados para la preparación de alimentos, pintura y para mejorar la salud de los habitantes.
Los integrantes de la iniciativa son:
Con el apoyo de Ibercocinas, los miembros de la iniciativa lograrán fortalecer el conocimiento del cultivo y uso de la cúrcuma y jengibre mediante un programa de capacitación dirigido a jóvenes y familias de comunidades campesinas; generar buenas prácticas agroecológicas en sistemas agroindustriales diversificando los alimentos y uso de plantas existentes; mejorar las prácticas de secado y almacenado de alimentos en especial la cúrcuma y jengibre entre otras plantas medicinales; y generar estrategias para la reconstrucción del tejidos social fortaleciendo la resiliencia a través de la convivencia comunitaria. El apoyo de Ibercocinas beneficiará a mujeres y hombres jóvenes campesinos, y a mujeres y hombres mayores que igualmente son campesinos. Se estima que, el número de beneficiarios será aproximadamente de 136 personas en total.
Gracias al fondo de Ibercocinas los representantes podrán llevar a cabo las capacitaciones para producir y cosechar la cúrcuma, jengibre y otros productos; adquirir materiales necesarios para su elaboración, tales como papeles, refrigerios, mallas, plásticos para invernaderos, estructura de secador en aluminio, zacaranda, telas, cordones, hilos, etc. Así mismo, podrán realizar una campaña visual en la que se abordarán las formas de prevención de enfermedades, medidas sanitarias, prácticas y técnicas para almacenar los productos; también podrán construir un secador comunitario en el que estarán disponibles los productos para toda la población.
Los representantes de la iniciativa plantean continuar con el proyecto y la cadena de valor de la cúrcuma y jengibre a través de la organización comunitaria dando paso al acopio de cúrcuma y jengibre. Así mismo, se proponen implementar en las familias participantes un espacio de cultivo de plantas medicinales, cúrcuma y jengibre en sus espacios de siembra. También, esperan expandir el proyecto a más comunidades, para que se sigan conociendo los beneficios de dichos productos y de esta manera se revalorice la importancia del patrimonio cultural con el que se cuenta en la comunidad de Atzalan.