La iniciativa consiste en la recuperación del uso de las heras; las cuales se refieren a huertos cultivados en un altillo y de los hornos manabitas como estrategia culinaria para mantener la gastronomía tradicional para lograr mejorar la nutrición de la comunidad, especialmente en el público infantil y como un elemento fundamental para el abastecimiento de ingredientes en la comunidad. 

Las heras normalmente están situadas cerca de la cocina de las casas manabitas, lo que facilita el acceso en donde podemos encontrar productos principales como lo son las hierbas y vegetales básicos para muchos platos de la gastronomía manabita. Por otra parte, el fogón manabita, hace alusión a un cajón de madera, donde se cocina con leña en ollas de barro, el cual es un material que permite más de 16 tipos de cocción diferentes. 

El proyecto se divide en 4 pasos: 

1. El primero se refiere al estudio y revalorización acerca de los aportes y beneficios de las heras y el fogón manabita. Con ello se pretende recuperar los saberes ancestrales a través de la recopilación de información y la promoción de su uso nuevamente dentro de las cocinas de los habitantes de la comunidad. 
2. Posteriormente, el proyecto estará encaminado a fomentar el acceso para toda la comunidad a los productos con que se preparan los platillos tradicionales a través del diseño y construcción de un banco de semillas. Igualmente, en este espacio, se tendrá acceso a las heras y el fogón manabita. 
3. A continuación, los miembros de la iniciativa se encargarán de capacitar a la gente de la comunidad a través de talleres e intercambios de cocineras y cocineros  jóvenes para compartir conocimientos y técnicas del fogón, así como de los diferentes usos culinarios. 
4. Por último, se implementarán estrategias para dar a conocer el uso de la hera y el fogón se lleve a cabo de manera sostenible en el tiempo. En este sentido se llevarán a cabo concursos culinarios y la creación de una red de productos de la hera. 

La iniciativa representa a la comunidad del Bálsamo en San Vicente, el cual está ubicado en el centro norte de la provincia de Manabí a 340 km de la ciudad de Quito. Limita al sur con el estuario del Río Chone, al norte con el Océano Pacífico y el cantón Jama, al este con la Parroquia de San Isidro del Cantón Sucre y el Cantón Chone; y al oeste con el Océano Pacífico. Su extensión es de 715 km2, de los cuales 33 km2 pertenecen a la zona urbana y el resto a zona rural (682 km2). (Municipalidad de San Vicente, 2019) 

En esta zona se puede encontrar una gran variedad de árboles frutales, maderables, medicinales tales como palo santo, guayacanes, laureles, cactus, ceibos, tunas, mayuyal, pastizales y arbustos de diversas variedades que aparecen en épocas de lluvia. No obstante, su superficie esta principalmente dedicada al cultivo de pastizales para la cría de ganado vacuno, porcino y caballar. 

Al encontrarse en un cantón costero, San Vicente es un lugar rico en fauna marina; cuenta con una gran variedad de mariscos como camarones, ostiones, anguilas, pichaguas, peces, tiburones, rayas, cangrejos, etc.

La hera y el fogón manadita se integrado por las sigueintes personas:

• Seleny Patricia Bermúdez Valencia: es la líder comunitaria de la comunidad del bálsamo (cantón San Vicente, manabí), encargada de liderar una fundación de niños en estado vulnerable y estudiante de gastronomía en la fundación fuegos. 
• Laura Valentina Álvarez Solorzano: es una cocinera con más de 20 años de experiencia en la cocina manabita, dueña del restaurante cocosolo (pedernales, manabí) y profesora de cocina manabita en la fundación fuegos. 
• Bolivar Universi Napa Vazque: creadora de las heras y responsable de su cuidado en la comunidad del bálsamo y fabricante de fogones manabitas. 
• Rosa Jakelin Artiaga Zambrano: presidenta barrial del bálsamo. 

El apoyo de Ibercocinas permitirá estudiar y revalorizar aspectos relacionados con la alimentación, adquisición de los materiales necesarios para llevar a cabo la entrevistas y recopilar la información; donde se crearán 10 heras y 10 fogones manabitas, lo cual se considera el gasto en ollas de barro para los 10 fogones manabitas, se podrá comprar 10 lotes de semillas; de donde se obtendrán materias primas para llevar a cabo los talleres de cocina; se lograra cubrir con el gasto de los honorarios a las personas que impartirán los talleres y por último se invertirá en publicidad para la iniciativa; en la cual se espera elaborar un recetario con recetas tradicionales ancestrales. 

Gracias al fondo Iberoamericano para el desarrollo sostenible, dentro de la comunidad se beneficiarán a 250 niñas y niños de la fundación “Niños para Cristo” ubicada en el Bálsamo. Las edades de dichos niños oscilan entre los 8 y 17 años. Igualmente, se beneficiarán directamente al menos 20 cocineras también miembros de la comunidad del Bálsamo. 

Por otra parte, el apoyo de Ibercocinas permitirá continuar trabajando para alcanzar los objetivos iniciales: acabar con la pobreza, reducir al mínimo el hambre, promover salud y bienestar en la comunidad y producir y consumir de manera responsable. Así mismo, el apoyo permitirá que el proyecto pueda tener un mayor impacto en la sociedad para salvaguardar el conocimiento culinario ancestral. Se contribuirá a la acción social a través de la creación de heras y hornos manabitas y, por último, ayudará a transmitir un espíritu innovador en las futuras generaciones acerca de la cocina tradicional en la realización de talleres de cocina y concursos de recetas. 

Los miembros de la iniciativa planean continuar trabajando para impulsar el proyecto y que esté a su vez se expanda a más lugares. Respecto a la sostenibilidad del proyecto en el tiempo se proponen las siguientes acciones: continuar realizando anualmente los concursos de recetas y que estos no representen gastos económicos altos; crear una red de productores y proveedores de productos de la hera para el consumo y restauración local; y difundir las diversas preparaciones que estarán contenidas en el recetario por medio de las redes sociales.